El Viagra cumple con su trabajo, pero es una solución de corto plazo. Muchos hombres podrían alejarse de la pequeña pastilla azul y encontrar una solución más duradera para sus problemas de disfunción erectil con solo ir al gimnasio y alejarse de las donas.
En un estudio publicado en la revista Journal of Sexual Medicine se encontró que con la pérdida de entre 5% y 10% de peso corporal en un periodo de dos meses mejoró la erección —y aceleró el deseo sexual— de hombres obesos con diabetes, informó Health.
El estudio fue muy pequeño (sólo incluyó a 31 hombres), así que los resultados deben tomarse con reserva. Pero los hallazgos son un recordatorio de que la obesidad y la disfunción eréctil (DE) a menudo van de la mano.
El exceso de peso —especialmente exceso de grasa en el abdomen— puede afectar la función sexual de muchas maneras, pues interfiere con la capacidad del cuerpo para enviar sangre al pene, y por lo tanto, puede causar que la producción de testosterona se desplome, de acuerdo con Health.com.
A pesar de que las investigaciones sobre la pérdida de peso y la disfunción sexual aún están en sus inicios, cada vez hay más evidencia de que los hombres con más actividad física, que comen alimentos más saludables y bajan unos kilos mejorarán su vida sexual —sin mencionar su salud en general—.
“Puedes hablar todo lo que quieras sobre la prevención”, dice el doctor Kevin Billups, profesor de Urología de la Universidad de Minnesota, en Minneapolis. “Cuando hablo sobre recuperar la salud del pene, entonces obtengo su atención”.
Cuando un paciente acude a verlo por un problema de disfunción eréctil, una de las primeras cosas que Bullips le dice es que se pare y vea su vientre. “Si no puedes ver tu pene ese es un problema”.
Cómo golpea la obesidad debajo de la cintura
La forma más importante en la que el exceso de peso arrastra la vida sexual de los hombres es al afectar la salud de sus vasos sanguíneos.
La erección se produce cuando los vasos sanguíneos que conducen al pene se dilatan, lo que provoca que se llenen de sangre. El proceso comienza cuando el revestimiento interior de los vasos (conocido como endotelio) libera óxido nítrico, una molécula que da señales para que los músculos que lo rodean se relajen. (El Viagra y medicamentos similares funcionan al incrementar la cantidad de óxido nítrico en el endotelio), indica Health.
Los expertos no están completamente seguros del por qué, aparentemente la obesidad daña el endotelio, pero cuando éste no funciona bien, es posible que el pene no tenga la suficiente sangre para producir o mantener una erección.
“Una erección básicamente es un evento cardiovascular”, dice el doctor Robert E. Kloner, cardiólogo y profesor de medicina de la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles. “Si el flujo sanguíneo no aumenta porque los vasos no se dilatan de manera normal, entonces hay una disminución de la función eréctil”.
Efectivamente, en el nuevo estudio, se mostró que la función endotelial mejoró en los hombres que perdieron peso. (La función se midió usando dos diferentes pruebas de laboratorio).
La mala salud cardiaca puede provocar disfunción eréctil de otra manera. Los alimentos con alto contenido en grasas y la falta de ejercicio contribuyen a la acumulación de colesteros en la pared de la arteria, lo que la estrecha y endurece, informó Health.
La ateroesclerosis, que puede causar infartos si se produce en las arterias principales cercanas al corazón, también afecta los pequeños vasos sanguíneos que conducen al pene.
Por eso la disfunción eréctil es cada vez más vista como una advertencia temprana de un padecimiento cardiaco, dice Kloner.
El papel de la testosterona
Los problemas con los vasos sanguíneos son los responsables de la mayoría de los casos de disfunción eréctil en hombres obesos de más de 40 años, dicen los expertos, pero otro culpable común es la baja testosterona, que también se relaciona con la obesidad.
Esta hormona sexual masculina es necesaria para mantener el deseo sexual y tener erecciones; pero un nivel bajo de ella es “muy poco diagnosticado”, dice el doctor Ronald Tamler, codirector del programa de salud masculina en el Centro Médico Monte Sinaí, en Nueva York.
Perder peso puede mejorar la función de los vasos sanguíneos, pero su efecto sobre los niveles de testosterona tal vez no sea tan rápido o directo. Los hombres que persistentemente presentan bajos niveles de testosterona y disfunción eréctil a pesar de la pérdida de peso quizá necesiten considerar geles de testosterona, inyecciones o parches, dice Tamler.
La pérdida de peso puede revertir las cosas
Tener sobrepeso parece no afectar la autoestima de los hombres de la misma manera que en las mujeres, dice el doctor Joel Block, psicólogo de Long Island quien se especializa en terapia de parejas y terapia sexual. Por otro lado, la disfunción eréctil puede iniciar un ciclo de vergüenza y duda incluso en los hombres más seguros.
“Cuando (la disfunción eréctil) se presenta, se convierte en un círculo vicioso”, dice Block, un profesor asistente clínico del Albert Einstein College of Medicine, en Nueva York. “Con más fracasos, aumenta la dificultad”.
Con el tiempo, el hombre comenzará a evitar las relaciones sexuales, dice Block. Y su condición lo puede sumir en una depresión.
“Incluso si tienes razones médicas bien definidas —diabetes, obesidad— cuando tienes disfunción eréctil (…) es deprimente”, dice Billups. “Muchos de estos hombres (están) de capa caída”.
Bajar de peso puede ayudar con la disfunción eréctil, pero también puede dar un impulso al ego que se puede trasladar a la habitación, dice el doctor Stephen Josephson, psicólogo del New York-Presbyterian Hospital, informó Health.com.
“La gente necesita sentirse bien consigo misma (para) superar la ansiedad del desempeño y otras cosas en el ámbito sexual, y algunas veces, es tan simple como ponerse en forma”, dice Josephson.
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