Hace un par de años, un investigador de Microsoft de nombre Gordon Bell se embarcó en un experimento personal: usaría una videocámara en su cuello, encendida todo el tiempo, para mantener un registro de su vida.
Era como una unidad de memoria externa para su cerebro, escribió en un libro de nombre Total Recall.
Suena un poco a ciencia ficción, ¿no?
No tanto. Las actualizaciones para compartir en tiempo real que anunció Facebook pretenden hacer algo muy parecido, sólo que para el internet, en lugar de para la vida real.
Antes de entrar en los detalles y en las implicaciones, aquí está un ejemplo en tiempo real de cómo las actualizaciones, que se pondrán en marcha en las próximas semanas, funcionarán: mientras escribo esto, escucho música de la banda LCD Soundsystem en Spotify, un servicio de música en internet. Ya que actualicé y puedo ver los nuevos cambios en mi página de Facebook (aquí hay un artículo de TechCrunch sobre la manera de cómo hacerlo si estás interesado), y gracias a que ingresé a Spotify con mi identidad de Facebook, cada canción que escucho se comparte automáticamente en la red social.
Repentinamente, lo que escucho no es privado. Es público. Todos mis amigos de Facebook lo ven. Y lo juzgan. Lo más probable es que esto afecte el comportamiento en línea de las personas. Si secretamente eres fan de Lady Gaga, o de Bjork o de Enya (yo soy fan de las tres), entonces tendrás que dejar de escuchar a estas artistas con las que potencialmente se pueden burlar de ti, o todos tus amigos de Facebook te llenarán de comentarios como:
“Dios Mío, ¡¿Estás escuchando eso?!”.
En el viejo mundo de Facebook, yo tendría que hacer clic en 'Me gusta' en una canción para que apareciera en mi página de perfil de la red social. Eso es algo en lo que tenías que pensar: “Está bien, realmente me gusta esta canción, y realmente quiero que todos mis amigos sepan que la escucho en este momento”. Ahora, la acción de compartir es un tanto pasiva automática.
Y es lo mismo con todas estas nuevas aplicaciones en tiempo real.
Desde que ingresé a Yahoo! News con Facebook, cada vez que leo un artículo en ese sitio, se publica en mi Timeline.
Lo mismo pasa con Hulu y las series de televisión.
Y para el juego de internet, Words with Friends. Cuando coloque una palabra en este juego como en Scrabble, esta aparecerá en Facebook, junto con una imagen del tablero más reciente.
Para Facebook, obviamente esto es algo bueno. El objetivo del sitio, como se postula en Zuckerberg’s Law (las leyes de Zuckerberg), siempre ha sido conseguir que la gente comparta cada vez más información sobre ellos. Y eso está sucederá en esta nueva era de compartir en automático.
También es aparentemente bueno para los desarrolladores de aplicaciones de Facebook. El jueves en la presentación en San Francisco, el presidente ejecutivo de Netflix, Reed Hastings, dijo que inicialmente se sentía escéptico del acuerdo, ya que le daría a Facebook demasiada información sobre las preferencias de películas y programas de televisión de los clientes de Netflix.
Sin embargo decidió que era inteligente, después de que usó la aplicación de tiempo real por sí mismo y pensó que era tan adictivo que sin lugar a dudas resultaría en que más personas verían más videos en Netflix, por supuesto, algo bueno para él.
Pero los beneficios para los usuarios de Facebook son menos claros.
Los blogueros y analistas de tecnología se preocupan de que estas actualizaciones automáticas en tiempo real desencadenen un nuevo nivel de compartir demasiado.
Si estás harto de escuchar lo que desayunó tu tía y con quiénes hicieron amistad tus compañeros de trabajo en Facebook, espera a que conozcas cada canción que escuchen y cada película que vean.
“No es difícil imaginar que lo que se comparte en Facebook se duplique después de los lanzamientos en la F8”, escribió Liz Gannes en el blogAllThingsD. “Millones de pequeñas acciones pasarán de ser implícitas a explícitas. Podrás comenzar a darte cuenta por qué Facebook puso en funcionamiento su feed de noticias Ticker a principios de esta semana (ese es el flujo en tiempo real del que muchos usuarios se quejan)”.
Con cada cosa que comparten de forma pasiva, los usuarios le enseñan a Facebook un poco más sobre sí mismos.
Esto es increíblemente valioso para los anunciantes, quienes pueden usar esos datos para enfocar su mercadotecnia.
También es una potencial invasión a la privacidad, Justin Brookman del Centro para la Democracia y la Tecnología escribió en el Daily Beast.
“Ya que un clic garantizará un permiso permanente a cualquier aplicación para poder recolectar y exponer la información personal en tu nombre, Facebook se tendrá que asegurar que sus usuarios comprendan completamente lo que implican estas nuevas aplicaciones antes de ponerlas en marcha, o correrá el riesgo de una nueva reacción por el asunto de la privacidad”, dice.
Sin embargo, Brookman está de acuerdo con los cambios en Facebook.
“Por supuesto, para Facebook el punto es que tú le des más información sobre tu vida, la que pueden utilizar para mostrarte anuncios con los que probablemente te sientas más atraído (lo que les generará más dinero). Pero existe un verdadero valor potencial aquí, si la gente puede descubrir formas de compartir con sus amigos lo que escuchan de música y lo que les gusta cocinar de una forma más sencilla”.
Compartir de forma pasiva no es igual a invasión de la privacidad, pero “mata el gusto”, escribió Farhad Manjoo en Slate.
“¿Por qué compartes una historia, un video o una foto? Porque quieres que tus amigos lo vean. Y ¿Por qué quieres que tus amigos lo vean? Porque crees que eso les gustará”, dice. “Sé que esto suena muy obvio, pero de alguna manera eludida, Zuckerberg no se da cuenta de que compartir, fundamentalmente se trata de una elección. Te suceden una gran cantidad de cosas todos los días, pero sólo escoges unas cuantas para contarle a tus amigos, porque no vale la pena mencionar la mayor parte de lo que haces”.
La revista MIT Technology Review señala que Facebook intentó hacer algo parecido en 2007. Fracasó.
“Las nuevas funciones pueden resultar polémicas”, dice Tom SImonite. “De alguna manera se parece a Beacon, un proyecto de 2007 que fracasó, en donde sitios como Amazon publicaban automáticamente en las actualizaciones de Facebook cuando una persona compraba algo. Beacon se canceló después de protestas públicas sobre la falta de controles de privacidad”.
Veremos cómo reacciona el público con lo que Zuckerberg llama “casualidad en tiempo real”, cuando esos cambios se pongan en marcha en unas semanas. Pero si estos permanecen, y las personas se inscriben en estas nuevas aplicaciones de Facebook que comparten de forma automática, entonces tal vez pronto todos nosotros tendremos un registro semipúblico de todo lo que hacemos en línea. Al igual que Bell, el investigador con la cámara colgada al cuello.
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